El consumo viene cayendo desde hace tiempo. Los cierres de comercios son una clara muestra. Pero hay un rubro que es la excepción y no para de crecer: el de los Pet shops.
Según estadísticas del Gobierno de la Ciudad, solo en los primeros cinco meses del año abrieron sus puertas 155, un promedio de uno por día.
Uno de ellos fue el Soledad, quien inauguró su local a fines de mayo sobre la avenida Triunvirato, en Villa Urquiza. Buscó una zona donde no hubiera ninguno cerca. Pero la suerte le duró poco. Dos días después abrió uno a una cuadra.
Su nuevo vecino y competidor es Fernando, un emprendedor que después de pensar en invertir en varios rubros se inclinó por un pet shop.
“La clave es que cada vez hay más gente que tiene mascotas. Y después puede comprar una marca de alimento más barata, pero comprar tienen que comprar”, explica.
El mismo análisis hizo Tomás, quien hace una semana abrió su local en Monte Castro. “La gente capaz se priva de comprarse algo con tal de que no le falte nada a su mascota. Para muchos son como los nuevos hijos”, asegura.
Será eso. Será que cada vez hay más gente sola o sin hijos que adopta una mascota. Será que para muchos su mascota pasó a ser un integrante más de la familia. Las razones son muchas. El boom de los pet shops es uno solo.
Comentarios