En un nuevo capítulo de herederos, nos encontramos con Migue Granados. Fiel a su estilo, nos cuenta sobre sus proyectos y camino, reviviendo también recuerdos de su infancia.
Por el trabajo y vocación de su padre Pablo Granados, nació en un ambiente televisivo. Recuerda su recorrida de estudio en estudio, de incluso esconderse debajo del escritorio de Marcelo Tinelli.
El apellido nunca representó una mochila, sino acaso una protección. Según cuenta, la carrera del padre pudo ser una protección contra el bullying en la escuela.
Viendo en perspectiva, admira el trabajo de años del Pablo, e identifica su constante juventud. No cree que los años le afecten en absoluto. Su energía y creatividad se mantienen intactas. “Mi viejo nunca va a ser viejo”, bromea.
Con la impulsividad de su madre y la practicidad heredada de su padre, Migue construye su camino en los medios y proyectos personales. Les agradece el apoyo y acompañamiento de años, y ya en calidad de padre, diseña su propio futuro.
AGRADECIMIENTO:
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