Se crio en una familia y ámbito muy particular. Creció en medio de constantes cambios, en una dinámica distinta, especial. Tenía 14 años cuando se separaron sus padres, y aquello sólo significó un poco más de desorden en la diaria familiar.
Solía compararse con sus amigas de la primaria y se daba cuenta de las marcadas diferencias entre su familia y las demás. “Yo quería una familia más normal, pero mis amigas se divertían con lo que pasaba en mi casa”.
Cuando su padre tocaba en la banda Sumo, disfrutaba de acompañarlo en los ensayos y conciertos, de camarín en camarín.
Cuando su padre tocaba en la banda Sumo, disfrutaba de acompañarlo en los ensayos y conciertos, de camarín en camarín.
Luego del fallecimiento de Luca Prodan, la familia Pettinato fue a vivir a España. Allá fue difícil subsistir, los vecinos les donaban comida y ropa, mientras Roberto intentaba traer dinero a la casa trabajando en parques de diversión y asistiendo a bandas de rock españolas.
Pocos años después, Roberto empezó a trabajar en la TV argentina y la familia entera vivió un cambio radical hacia la fama. Surgió la vida nocturna y las fiestas innumerables.
A la hora de elegir una carrera o profesión, se había decidido. Quería ser maestra jardinera y comenzó sus estudios sobre enseñanza. Pero fue “vencida” por la insistencia de su padre para trabajar en el rubro artístico. Así es como empezó a desenvolverse de a poco en la producción de radio, en programas de humor.
Después de tantas vivencias, consejos y cambios constantes, a Tamara le cuesta definir a su padre. Tampoco busca hacerlo. De lo único que está segura es que le tocó como papá a la persona que más la hace reír en el mundo.
AGRADECIMIENTOS:
-Bonsai Studio : av independencia 2968
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- Bar Oldays.
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