Lucila e Iván se pusieron de novios y disfrutaban mucho de pasar sus vacaciones en la naturaleza. Un verano se fueron a Bariloche, ya lo habían hecho otras veces, conocían muy bien el lugar.
Decidieron caminar por la montaña, les gustaba mucho hacer senderos y conocer lugares increíbles.
Esa mañana salieron del refugio en el que habían dormido y empezaron a caminar, en el camino conocen a un chico que también estaba haciendo el mismo recorrido, se llamaba Juan se pusieron a charlar y siguieron juntos el camino.
Estaban cruzando un arroyo cuando de golpe escuchan un ruido tremendo, Iván mira para arriba y ve que viene bajando por la montaña un alud de barro, las piedras tenían el tamaño de un auto, era arrasador.
Iván le avisa a Lucila, que venía un poco más atrás, pero fue tarde, el alud la arrastra.
Iván la pierde de vista, hasta que en un momento escucha gritos, era Lucila que había podido salvarse del terrible alud, pero su pierna tenía una grave fractura y estaba desangrándose.
Iván logró hacerle un torniquete e ir a buscar ayuda. Milagrosamente Juan, aquel joven que habían conocido unos minutos antes, había conseguido unas líneas de señal y logró comunicarse para pedir que vayan a rescatarla.
Casi dos horas después pudieron rescatarla en un helicóptero que estaba en la zona de casualidad y le salvaron la vida
A Lucila tuvieron que amputarle una pierna y así fue como después de varias operaciones y meses de rehabilitación logró volver a caminar y seguir con una de sus grandes pasiones, caminar en la montaña.
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