Portada  |  19 septiembre 2024

Historias Únicas: perdieron a su hijo en un accidente doméstico y lograron reconstruirse para volver a sonreír

Perder a un hijo es el dolor que nadie quiere imaginar. Leo y Celeste lo sintieron y lograron salir adelante. Gisele Sousa Dias comparte una historia llena de esperanza.

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Celeste y Leo se conocieron en el viaje de egresados, se pusieron de novios y como fueron siempre muy prolijos se casaron e hicieron su casa. Cuando todo estaba como ellos querían pensaron en tener un hijo, Lolo llegó muy pronto y nació un 9 de diciembre.

Todo era maravilloso hasta que un día, sucedió la peor tragedia que cualquier padre puede atravesar, Celeste estaba por salir a pasear con Lolo, de repente el auto hizo un movimiento y el nene recibió un golpe. Salió corriendo a pedir ayuda, llegaron al hospital, los médicos corrieron, pero no había mucho para hacer. Lolo falleció cuando tenía 1 año y 3 meses.

Desde ese momento Leo y Celeste se hundieron en la más profunda tristeza, su entorno no sabía que hacer para ayudarlos, cómo acompañarlos a atravesar semejante dolor. Cada uno hizo lo que pudo, algunos con palabras, otros regalando carilinas, otros pidiendo ayuda a terapeutas que los puedan orientar. Hasta que en esa búsqueda un especialista les recomendó juntarse con padres que hayan pasado por la misma situación, les mencionó el Grupo Renacer y hacia allá fueron juntando sus pedacitos. Al principio se sentaban a escuchar, no podían ponerle palabras a lo que les estaba pasando, pero fue pasando el tiempo y vieron que algún padre sonreía. Ellos pensaron que, si ese papá sonreía, ellos también podrían.

Un día Leo le dijo a Celeste: "Nos quedamos tirados llorando o nos unimos con amor y salimos adelante". Eso hicieron, encontraron en la ayuda al otro un motivo para recordar a su hijo y si bien ya no podrían darle un regalo a Lolo el día de su cumpleaños, otro nene seguro iba a estar muy feliz de recibirlo. Así empezaron en el camino de ayudar a los demás, a otros papás que pasaban por lo mismo, a chicos que no tenían un regalo en navidad y de a poco fueron encontrando un poquito de paz.

Cuando estuvieron mejor y pudieron recuperar fuerzas decidieron volver a ser padres, esta vez llegó Apolo que vino a revolucionarles el mundo y a hacerlos soñar con ser felices nuevamente.

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