Lautaro, León, Ekatherina, Inés y Felipe tienen muchas cosas en común. Ninguno supera los cinco años. Todos están internados en el mismo hospital. Y además los une la misma esperanza: un trasplante de corazón para seguir viviendo.
Pero no esperan solos. Detrás de cada uno de ellos están sus padres, que hacen malabares para acompañarlos minuto a minuto durante su internación en el Hospital Italiano.
Y siempre atentos al teléfono. Cada vez que suena se ilusionan con que sea para recibir la tan ansiada noticia: que apareció un donante para su hijo.
Por eso, y por los miles de casos que hay en todo el país, tanto la Red Solidaria como la ONG Familias en acción lanzaron una campaña para concientizar sobre la importancia de donar órganos.
Un simple gesto que salva vidas. Como las de Lautaro, de 5 años; León, de 4; Ekatherina, de 3; Inés, de uno, y Felipe, de apenas 10 meses.
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