Cansados de la inseguridad, los vecinos de Villa Madero decidieron armar su propio mapa del delito y llevárselo a quien, en realidad, debería encargarse de eso: la Policía.
“En 2013 organizamos un foro en Facebook y ya somos casi 25 mil los que participamos”, explica Adrián, el presidente del grupo y encargado de ser el enlace con la comisaría del barrio.
Adrián y otros cuatro vecinos, los más comprometidos con el proyecto, se reúnen una vez por semana en la casa de alguno y organizan el trabajo. Cada uno tiene un rol diferente. Andrea es la encargada de registrar cada una de las denuncias que llegan a través de la página de Facebook, por Whatsapp o de manera directa.
Después las clasifican por tipo de delito, las vuelcan en unas planillas y, finalmente, en un mapa de calles, donde las localizan con alfileres de colores. Los rojos son para los delitos graves y los azules para los casos menores, como los arrebatos.
Basta ver el mapa que colgado en la pared para identificar cuál es la zona “más caliente”. Las manzanas cercanas a la General Paz, en el límite con la Ciudad de Buenos Aires, están llenas de alfileres. “Ahí ocurren el setenta de los delitos. La explicación es que es un lugar de mucha circulación de gente y de fácil escapatoria”, sostiene Adrián.
El mapa está dividido en cuatro áreas, que corresponden con las “zonas de patrullaje” en que la propia Policía dividió la localidad con el fin de que las 24 horas haya un patrullero recorriendo cada una de ellas.
“El problema es que eso no sucede”, se queja Adrián, quien, con los años y sin quererlo, se convirtió casi en un experto en materia de seguridad.
Por las historias que escuchar a diario de sus vecinos, por el contacto permanente que tiene con la Policía y por lo que él mismo experimentó en carne propia. Tres veces tuvo que ubicar su casa en el mapa para clavar un alfiler. Y siempre rojo.
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