Portada  |  22 octubre 2025

"Mi cuerpo, mi imagen": cuando la vida sana lleva al extremo de la exigencia física

Ellos son adolescentes que entrenan al máximo de sus posibilidades, cuidan cada detalle de su físico, pero no pueden controlar la ansiedad y la presión por alcanzar una perfección imposible.

Informes Especiales

Cada vez más pibes se exigen al límite en el gimnasio buscando un cuerpo que nunca terminan de alcanzar. Se comparan, se suplementan y, si no van, se castigan.

Lo que arranca como “vida sana” a veces se vuelve una trampa del espejo: culpa, ansiedad, algoritmo, presión, autoexigencia sin fin. Pero al mismo tiempo está la gran paradoja: son chicos que comen bien, duermen bien, no toman, no fuman.

Sí, por momentos se obsesionan, van enfermos y se frustran. Son adolescentes: prueban, exageran, se comparan, se equivocan. Y quizá el desafío no sea frenarlos, sino ayudarlos a encontrar el punto justo entre el esfuerzo y el abuso físico.

Agradecimientos:
Ezequiel Fernández IG @dr.trauma.sports
Agustín Giuliani: IG @agussgiuliani_

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