Portada  |  28 agosto 2018

"Pasa de Noche": la intimidad del show de Ulises Bueno en Córdoba

"Con el cuarteto los cordobeses bailamos nuestras penas”, dice el cantante mientras ingresa al Estadio Del Centro, donde miles de personas lo esperan para vibrar al ritmo de sus canciones.

Informes Especiales

Son como sinónimos. Quien dice cuarteto, dice Córdoba. Y la cámara de Pasa de Noche puede dar fe de eso. Durante un fin de semana fue testigo de un verdadero fenómeno que se respira en cada rincón de la capital cordobesa. El de un género musical que era considerado marginal en sus comienzos, pero que en los años 90 se convirtió en un clásico que, a fuerza de alegría, traspasó todas las fronteras sociales.

La noche cuartetera es una suerte de ritual, que tiene sus propios códigos. Y uno de ellos es “la previa”, una cita obligada antes del baile. Es la típica reunión que grupos de amigos hacen en casa de alguno de ellos para hacer el “precalentamiento”, como le dicen. Por supuesto que siempre con un invitado estelar: el fernet, ese otro sinónimo de Córdoba que, de vaso en vaso, se expandió por todo el país.

Cerca de la medianoche, es hora de salir a la cancha. Así, un grupo de fanáticos de Jean Carlos, un dominicano que adoptó a Córdoba como su lugar en el mundo, abandonan la casa del barrio Alto Alberdi donde se juntaron y parten con destino al club Las Palmas.

No es una noche más. Es el lugar donde hace 20 años Jean Carlos se presentó por primera vez. Y donde desde hace 12, durante los cuales se transformó en una figura del “merengueto” así le llaman a su mixtura entre merengue y cuarteto no tocaba.

Por eso para él también es un momento lleno de emociones. Tanto que sus manos tiemblan antes de bajar de la combi que lo lleva hasta el club donde hizo su debut cordobés. Pese a sus nervios, al llegar decide redoblar la apuesta. En vez de entrar al estadio por el estacionamiento privado, pide a sus asistentes hacerlo por la puerta principal, esa por donde ingresa todo el público.

Así lo hace. Y desata una conmovedora explosión entre sus fans, la mayoría mujeres, que se desviven, aunque sea por tocarlo. Una explosión que se potencia apenas sube al escenario. La misma escena se recrea en distintos puntos de la ciudad. Una ciudad que vio nacer a la Mona Giménez, “el Maradona” del cuarteto. Pero que tuvo y tiene a otros grandísimos exponentes.

Las nuevas generaciones tienen a una nueva figura que ya trascendió con creces las fronteras de la provincia: Ulises Bueno, el hermano menor de Rodrigo. “Con el cuarteto los cordobeses bailamos nuestras penas”, dice Ulises mientras ingresa al Estadio Del Centro, donde miles de personas, algunas venidas desde otras provincias, lo esperan para vibrar al ritmo de sus canciones.

Serán tres horas de pura música con dos intervalos de 15 minutos cada uno. Pero más que un show, sus presentaciones, como las de todos los artistas del género, son una fiesta.

A pocas cuadras de ahí, "La banda de Carlitos", comandada por Rubén "Kesito" Pavón, protagoniza la suya. Sus seguidores son jóvenes provenientes de los barrios más humildes de la ciudad. En un boliche llamado Casablanca, “Kesito” apela a todo su carisma para que, durante casi cuatro horas, miles de personas bailen y coreen sus canciones.

El show termina a las 5 de la madrugada. Pero la fiesta sigue. En autos y motos, y con las secuelas que dejan litros de fernet, cientos de jóvenes salen para continuar lo que queda de la noche con el “after”. Aunque sea en un bar o en una casa van a seguir bailando. Aunque sea sus penas.

Comentarios