El rubro gastronómico es uno de los más castigados por la situación económica. El consumo en los restaurantes cae día a día. La gente busca opciones más accesibles. Y eso explica el surgimiento de un nuevo boom: el de los locales que venden pizzas y empanadas.
Según un informe de la consultora Franquicias que Crecen, en lo que va del año se abrieron 100 comercios del rubro, el doble que en todo el año pasado.
Uno de ellos es el de Rita, quien hace cinco meses inauguró un local de pizzas y empanadas con su esposo y sus hijos. “En principio queríamos apostar a un negocio de venta de bebidas alcohólicas, pero analizando la situación llegamos a la conclusión de que lo que se vende es lo más barato. Por eso apostamos a este rubro”, explica.
El mismo análisis hizo Jonatan, un ex jugador de fútbol del ascenso que quería poner un bar. Empezó a asesorarse y cambió de idea. Se inclinó por el rubro de pizzas y empanadas. Hace un mes que abrió las puertas y dice que le va muy bien.
El perfil de sus clientes son trabajadores de la zona que antes almorzaban en un bar y ahora comen empanadas o comparten una pizza entre dos o tres. Con 3600 pesos se compran un agua saborizada y tres empanadas.
Gustavo inauguró su local de franquicia hace dos meses en Villa Devoto. “En la zona abrieron otros cuatro como yo. Es mucho, la verdad, pero el negocio rinde. Los que antes salían a comer afuera ahora se piden una pizza o una docena de empanadas y comen en la casa”, explica.
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