Eliana Pacheco tenía 26 años, era madre de dos hijos. Vivía con ellos y su mamá en Lisandro Olmos, partido de La Plata. El pasado domingo 20 de noviembre pidió un remis para ir hacia una feria a comprar cosas para sus hijos, y nunca más volvió.
Pasaron las horas y Liliana, su mamá empezó a preocuparse porque los mensajes no le llegaban y el teléfono estaba apagado, llamó a la remisería para averiguar si el viaje se había concretado y le confirmaron que efectivamente el auto había dejado a su hija en la feria que se encontraba a unas cuadras de su casa.
Una de sus hermanas se dirigió al lugar a pedir la cámara de seguridad y en ésta pudieron ver que Eliana estaba en la vereda y un hombre se le acercó y habló con ella durante siete minutos, se ve que ella después camina y se va y él se sube a un auto. Esa imagen es el último registro de ella con vida.
Su familia la denunció como desaparecida, comenzaron las marchas, las búsquedas por parte de la familia y de la policía, hubo un llamado donde dijeron que Eliana estaba con vida y después se retractaron diciendo que era una broma de mal gusto.
Cinco días después apareció el cuerpo en una zanja al costado de un camino, no presentaba lesiones, sí aparentes signos de abuso, y la autopsia pudo determinar que murió por asfixia. A Eliana la mataron haciéndola tragar bolitas de papel tissue.
Al día de hoy, a dos meses de su asesinato no hay ningún detenido en la cusa y su femicidio sigue impune.
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