Lucila Yaconis, de 17 años, fue asesinada el 21 de abril de 2003 cuando volvía de visitar a su abuela, a solo dos cuadras de su casa en el barrio porteño Núñez. Solo hubo un testigo pero no llegó a verle la cara al delincuente. En la causa nunca hubo un solo acusado.
La autopsia reveló que el asesino primero la golpeó y la atacó sexualmente y, ante la resistencia de Lucila, la asfixió hasta matarla. No logró violarla, aunque se encontraron restos de semen sobre la víctima y en sus ropas.
Ochenta muestras de ADN de distintos sospechosos pasaron por el expediente. Todos los cotejos dieron negativo.
Después de 19 años, Lucila sigue sin recibir justicia.
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