Todo empezó hace tres meses, cuando descubrió que la IA era una gran aliada para resolver un problema que tenía con una viga y una columna en una obra.
Después de esa experiencia probó con darle otro uso: confeccionar en pocos minutos las imágenes digitales de cómo quedaría una casa, según las medidas y los pedidos de los clientes.
“Voy a la obra, saco una foto del lugar y la subo a la inteligencia artificial junto con los datos de todo lo que me va pidiendo el cliente. En dos minutos ya me hace una representación de cómo quedaría y el cliente puede verlo y, en el momento, hacer los cambios que quiera”, explica Andrea.
Y no solo es una gran ventaja para el cliente. También para ella. Hacer lo mismo con los métodos tradicionales le llevaría, como mínimo, medio día.
Agradecimiento: Andrea Baldoni
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