Su testimonio se produjo dos días después de la detención del exdirector del Teatro Nacional, Dimitris Lignadis, acusado de al menos dos casos de violación de menores, en lo que hasta el momento constituye uno de los casos más resonantes del #MeToo griego, desatado en enero tras la confesión de una medallista olímpica.
Lignadis, de 56 años, fue detenido en la tarde del sábado y el próximo miércoles deberá responder de las acusaciones formuladas por la fiscalía a base de testimonios de presuntas víctimas, así como una mujer que pertenecía al círculo cercano al actor.
Según los testimonios recogidos por la prensa local, uno de los demandantes es un actor de 25 años que tenía 14 cuando el director de teatro presuntamente abusó de él.
Pero las denuncias se extienden al abuso de otros muchos menores, incluidos refugiados.
El abogado de Lignadis, quien se vio forzado a dimitir el pasado 6 de febrero de la dirección del Teatro Nacional tras la aparición de una serie de denuncias, señaló que su cliente niega categóricamente todas las acusaciones.
Según los medios griegos, entre los motivos que llevaron a las autoridades judiciales a ordenar su detención, figura que el acusado presuntamente procedió de forma "metódica y sistemática" y aprovechando su capacidad profesional, y además cultivó un "clima de confianza" con sus víctimas que se encontraban "en una edad particularmente sensible".
Algunos vecinos del edificio en Atenas en el que vive Lignadis aseguraron que en su casa entraban y salían menores a toda hora, que se escuchaban muchas voces, pero que él siempre aseguraba que se trataba de ensayos teatrales.
El debate está ahora más centrado en el mundo del teatro, aunque la oleada de denuncias comenzó en enero gracias a la medallista olímpica de vela Sofía Bekatoru, que contó cómo en 1998, cuando celebraba su calificación para los Juegos Olímpicos de Sídney, el vicepresidente de la Federación Griega de Vela, Aristidis Adamopulos, supuestamente la violó en la habitación de un hotel.
Fuente: Télam
Comentarios