Un refugio de animales de Oremburgo, ciudad inundada y evacuada en Rusia, acogía a más de 350 animales, entre los callejeros y las mascotas familiares abandonadas por sus dueños que huyeron hacia tierra seca.
"Somos como el Arca de Noé", declaró a la agencia de noticias Reuters la directora del refugio, Yulia Babenko, con hileras de jaulas con gatos a sus espaldas.
Voluntarios de otras regiones rusas han organizado ayuda para los animales, pero Babenko expresó que hasta ahora había recibido escasa asistencia de las autoridades.
El rugido de las bombas de agua llenaba este viernes las calles desiertas de la ciudad rusa de Oremburgo, asolada por las inundaciones, mientras la gente se apresuraba a atender las advertencias oficiales para evacuar.
El alcalde Sergei Salmin calificó la situación de "crítica".
Imágenes de drones mostraron que gran parte de la ciudad se había convertido en un inmenso lago, salpicado de tejados de casas -al menos 12.000 de las cuales se inundaron - que asoman por encima de las aguas marrones.
Para muchos habitantes de casas bajas, poco se puede hacer para salvar sus pertenencias.
"Todos los muebles de mi casa han subido 50 centímetros", indicó a Reuters Vyacheslav, residente local, sentado en una lancha al ralentí y mirando por encima del hombro su casa de ladrillo de dos plantas, parcialmente sumergida en agua salobre.
"A juzgar por los niveles de agua, todos los muebles, algunos electrodomésticos y materiales de decoración interior están arruinados", se lamentó.
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