Portada  |  06 julio 2022

Con el "chupinazo", volvió San Fermín tras dos años de pandemia

El jueves comienzan los polémicos "encierros" de toros en Pamplona.

Internacionales

"Nunca había visto nada igual". Una marea roja y blanca de fiesteros invadió este miércoles el centro de la ciudad española de Pamplona para celebrar el esperado regreso de las fiestas de San Fermín, mundialmente conocidas por sus encierros de toros, tras dos años de pandemia.

El tradicional "chupinazo" -el potente petardo lanzado desde el balcón del Ayuntamiento sobre una plaza repleta de gente- marcó al mediodía local (10H00 GMT) el inicio oficial de los nueve días de fiesta.

Miles de asistentes llegados de todo el mundo, la mayoría, como es tradición, vestidos totalmente de blanco y con un pañuelo rojo, respondieron con el grito de "Viva San Fermín!" y lanzándose vino.

La fina lluvia que caía no bajó intensidad a los vítores de la multitud, que agitaba sus pañuelos rojos al aire ante la divertida mirada de los abarrotados balcones cercanos.

"Da igual la lluvia. Simplemente ver esa plaza llena de nuevo es una pasada", celebró Saioa Guembe Pena, una funcionaria de 54 años, con su camiseta blanca ya rosada por el vino que caía.

"Es algo de la identidad propia de la cuidad, y que después de dos años (de suspensión) apetecía", valoró de su lado David Navarras, un estudiante de 27 años.

Las fiestas de San Fermín, con orígenes medievales, fueron anuladas en 2020 y 2021 debido a la pandemia, que dejó a esta ciudad del norte de España sin fiesta por primera vez desde la Guerra Civil (1936-1939).

Mundialmente famosos desde que Ernest Hemingway los inmortalizara en su novela "Fiesta" ("The Sun Also Rises", 1926), los San Fermines atraen a multitud de turistas, especialmente anglosajones.

"Locura"

"Es una auténtica locura, nunca había visto nada igual", describió John Lupson, un estudiante de 22 años llegado desde Australia especialmente para San Fermín.

"Todo el mundo se lo está pasando tan bien, bebiendo tanto alcohol, sobre los hombros de los demás, gritando, cantando", continuó.

Desde horas antes del "chupinazo", este miércoles ya podía verse a muchos asistentes bebiendo de sus grandes botellas de sangría por las estrechas calles empedradas del centro de Pamplona.

Gran celebración a cielo abierto y con mucho vino, las fiestas de San Fermín, que se celebran cada año del 6 al 14 de julio, son especialmente conocidas mundialmente por sus "encierros" taurinos.

Cada mañana a las 08H00, centenares de personas, con mucha práctica o mucho alcohol ingerido, tratan de acercarse al máximo a seis pesados animales en un intenso sprint de menos de tres minutos hasta la plaza de toros de Pamplona, que este año celebra su centenario.

Los animales serán rejoneados y muertos allí mismo por la tarde, esta vez a manos de las grandes figuras del toreo que participan en la feria profesional.

"Mi madre está preocupada"

El primer encierro, el que tradicionalmente atrae a más participantes, será este jueves.

Eric Kline, un ingeniero recién diplomado de 23 años llegado desde Atlanta, tiene previsto participar.

"He estado viendo videos por internet de antiguos encierros para prepararme. Mi madre está preocupada", contó.

Los "encierros" dejan decenas de personas heridas cada año, y en ocasiones también fallecidos.

Desde 1911, cuando empezaron a recopilarse estos datos, al menos 16 corredores murieron mientras participaban. El último, un joven español de 27 años, corneado por un toro en 2009.

En los últimos años, además, las autoridades locales reforzaron sus medidas de prevención contra la violencia sexual después de que una joven de 18 años sufriera una violación colectiva durante las fiestas de San Fermín en 2016.

Cinco hombres la forzaron, filmaron lo ocurrido y alardearon de ello en un grupo de WhatsApp llamado "La Manada".

Este caso generó una ola de indignación que derivó en masivas manifestaciones feministas cuando los acusados fueron condenados en 2018 a nueve años de prisión por abuso sexual, y no por violación, y fueron puestos en libertad provisional.

En junio de 2019, el Tribunal Supremo español revisó el caso y aumentó la condena a 15 años de prisión para cada uno, al recalificar el delito como agresión sexual.

El caso de La Manada también llevó al gobierno de izquierda a presentar un proyecto de ley sobre el consentimiento sexual explícito (llamado "solo sí es sí") que fue aprobado por los diputados en mayo.

Comentarios