Portada  |  08 octubre 2024

Dos latas: un empleado de limpieza de un museo arrojó sin querer una obra de arte a la basura

Internacionales

Un museo neerlandés halló en la basura una de sus obras de arte moderno, una escultura, que a primera vista, parecen dos latas de cerveza vacía, una de ellas aplastadas.

Un empleado las encontró en el hueco de un ascensor de cristal y las tiró, pensando que eran residuos. En realidad se trata de la obra del artista francés Alexandre Lavet, titulada Todos los buenos momentos que pasamos juntos, que consiste en dos latas meticulosamente pintadas a mano en acrílico. "Se invirtió mucho tiempo y esfuerzo en crearlas", aseguró el museo.

Froukje Budding, portavoz del museo LAM de la ciudad de Lisse, en el oeste de Países Bajos, explicó que las obras de arte se colocan a menudo en lugares insólitos, de ahí su exposición en un ascensor. "Intentamos sorprender al visitante en todo momento", argumentó.

La conservadora Elisah van den Bergh volvió de un breve descanso y se dio cuenta de que las latas habían desaparecido. Recuperó la obra de una bolsa de basura justo a tiempo, cuando estaba a punto de ser tirada.

Nuevo lugar de exposición

"Ahora hemos colocado la obra en un lugar más tradicional, sobre un zócalo, para que pueda descansar después de su aventura", añadió Budding. La vocera subrayó que no guarda "ningún rencor" al empleado, que acababa de incorporarse al museo. "Sólo hacía su trabajo", señaló.

La directora del museo, Sietske van Zanten, recalcó que el arte expuesto en la institución anima a los visitantes a ver los objetos cotidianos "bajo una nueva luz".

"Al exponer arte en lugares inesperados, amplificamos esta experiencia y mantenemos a los visitantes en alerta", ha indicado la responsable. En ese sentido, Budding ha precisado que es poco probable que las latas permanezcan mucho tiempo en el tradicional zócalo, pero ha admitido que deben pensar "detenidamente" en un lugar más prudente donde colocarlas.

Quién es Alexandre Lavet

El artista francés desarrolla una práctica en torno a los espacios en los que expone, mezclando minimalismo, legados del arte contextual y conceptual. Su enfoque principal está en los espacios de arte contemporáneo y la ideología del Cubo Blanco en los que explora historias que se esconden debajo de las exposiciones, jugando principalmente con ideas de vacío, desaparición, pereza, pasividad o ociosidad.

Lavet hace uso de hechos y detalles relevantes o específicos de este tipo de espacios, haciendo que el público sea más consciente de su entorno. Combinando anécdotas de su vida personal y materiales artísticos elementales, intenta cuestionar la noción misma de obra de arte y su aura.

Mediante un amplio uso de réplicas, reproduce varias paradojas, principalmente la de una concepción laboriosa que puede ser interpretada como un vulgar ready-made apático, al borde de lo visible. Este doble juego le permite evaluar y sacar a relucir la noción crítica de los espectadores, considerar sus sentidos y nociones preconcebidas sobre lo que puede ser una exposición.

Sus obras forman parte de varias colecciones públicas y privadas internacionales como Moraes-Barbosa en Brasil, Carlos Santana Pinto en Portugal, John Snijders en Reino Unido, Clermont Communauté en Francia, la colección EKARD y el Lisser Art Museum (LAM) en Países Bajos.

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