Un adolescente quedó paralítico después de sufrir una infección provocada por dos uñas encarnadas.
Su madre Linda Penney, de 52 años, no sabía que su hijo, Andrew, un joven de 14 años deportista y músico, sufriría complicaciones que cambiarían su vida después de que le quitaran las uñas encarnadas en octubre de 2018.
Andrew, incapaz de poner los pies en el suelo debido al fuerte dolor que sufría, quedó inválido en una silla de rueda tras una operación provocada por el 'Síndrome de dolor regional complejo' (CRPS). Esto significa que el joven no podía apoyar los pies ni sufrir ningún toque o roce en la piel sin sufrir un fuerte dolor.
Su madre, Linda Penney, dijo: "La operación para quitar las uñas encarnadas se realiza cuando estás despierto, te ponen dos inyecciones en la base del dedo del pie y creo que algo ha salido mal con una de esas inyecciones". "Después de esa operación, Andrew tuvo un dolor increíble. Siempre tuvo pies sensibles y nadie podía entender por qué o cuánto dolor tenía".
"El paracetamol no funcionó y llegó a un punto en el que se golpeaba la cabeza contra la pared por frustración", continúa relatando su madre.
El adolescente amaba el deporte y jugaba regularmente al golf, al cricket, al tenis y era el capitán del equipo de tenis. Pero todo eso cambió para Andrew cuando fue a la extracción de sus dos uñas encarnadas el 2 de octubre de 2018.
Desde entonces, ha sido una batalla para Linda obtener respuestas sobre el dolor extremo de su hijo.
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