En el estudio se explica que parte de ese sector sufre las consecuencias de recibir dos desagües ubicados en la exclusiva zona sur de la principal ciudad turística brasileña.
Residuos industriales y de otro tipo son volcados a los canales, que contaminan las aguas de las playas.
Botafogo y Flamengo, desde donde se tiene una vista privilegiada del cerro Pan de Azúcar, son las que cuentan con las aguas más contaminadas de Río, ya que reciben desechos cloacales.
Unos dos millones de argentinos, paraguayos y chilenos viajan a playas del norte, centro y sur brasileños esta temporada veraniega.
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