El ejército ruso informó oficialmente que destruyó 74 instalaciones militares en Ucrania, incluyendo 11 aeródromos, en el marco del ataque ordenado por Moscú en la madrugada de este jueves.
Esos ataques fueron anticipados por los sigilosos movimientos de la fuerza de combate de elite que tienen las fuerzas armadas que comanda Vladimir Putin: los temidos Spetsnaz.
La mayoría de esas instalaciones fueron asaltadas por tropas tipo comandos y aerotransportadas compuestas por spetsnaz, una fuerza misteriosa e histórica que para los especialistas bélicos está a la altura de los Navy Seal estadounidenses.
El cuerpo especial de Spetsnaz tiene un símbolo histórico: el murciélago. Es porque sus tropas se mueven como nadie en la oscuridad de la noche y el misterio de las identidades de sus componentes es total.
La historia de esta fuerza se remonta al término de la Segunda Guerra Mundial. Entonces, el Ejército ruso creó una brigada que dependía de la agencia de inteligencia KGB y que estaba destinada a tareas especiales tras las líneas enemigas. Funcionaba como unidades de sabotaje y desestabilización. Pero luego de la muerte del líder soviético Josef Stalin en 1953, se desprendió de ese organismo y se reorganizó como parte del Ejército rojo.
Su nombre significa "unidad de designaciones especiales" y refiere a los comandos de élite de cada uno de los diferentes cuerpos de seguridad rusos, es decir que sus hombres son lo mejor de lo mejor de la Policía, el Ejército, la Marina o las brigadas aerotransportadas.
Las pruebas que deben superar, aparte de un entrenamiento físico extremo, incluyen asaltos a instalaciones militares (por estas horas muchos afirman que fueron ellos los que iniciaron el asedio al aeropuerto Antonov de Kiev, la capital ucraniana) y vehículos como trenes, colectivos y aviones. También encabezan acciones antiterroristas y son especialistas en combate urbano y cuerpo a cuerpo.
Además, deben saber manejar a la perfección explosivos, todos los secretos de los francotiradores y tratamiento directo con cadáveres (ha trascendido que en las pruebas incluso los hacen trabajar con cuerpos sin vida para hacerse poco sensibles a la muerte). El objetivo último de este entrenamiento es la consolidación de soldados inmunes a los distintos tormentos que puede acarrear una guerra.
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