Después de conocerse que Donald Trump había ganado las elecciones en los Estados Unidos, mucho se dijo de quienes se irían del país por estar en contra de la presidencia del magnate. Ahora, su llegada a la Casa Blanca se concretó y hay una primera “exiliada”.
Se trata de Marsha Scarbrough, una ciudadana estadounidense de 69 años que tramitó los papeles para irse a vivir a Madrid. "No quiero vivir en un país que tenga a Donald Trump como presidente", aseguró la mujer que nació en Los Ángeles. “La atmósfera aquí es triste. Yo quiero ser feliz y en Estados Unidos no podría. Me voy a vivir a Madrid y no creo que vuelva", sostuvo.
Así, Marsha es la primera ciudadana que cumple con la idea de irse del país, tras la asunción de Trump. La mujer tramitó la ciudadanía y ya consiguió los papeles, tras lo cual publicó contenta en la red social Facebook que ya tiene la visa, según indica el diario español El Mundo.
"Conocí España el pasado abril y ya me empezó a seducir. Cuando vi que Trump ganaba las elecciones, supe que había tomado el camino correcto", contó sobre sus motivos de marcharse. Marsha es también periodista y trabajó como asistente de dirección en Hollywood durante 20 años con Blake Edwards o Clint Eastwood, entre otros.
Al hablar de Trump consideró que con su victoria se le dio permiso a la gente “a liberar el racismo, la xenofobia y la misoginia que llevan dentro”. Y en sintonía con ello, expresó: “Es demasiado desagradable y peligroso. Creo que todo eso hará cambiar enteramente el tono de la experiencia de Estados Unidos. Es la muerte de valores clave de nuestro país".
Luego, sobre los trámites para mudarse y conseguir su vida, reconoció que le llevó meses. “El papeleo es extenso”, contó. Scarbrough también habló sobre lo que significa irse a vivir a otro país. “Tuve que demostrar que no iba a depender del sistema sanitario español y probar que tenía un sitio donde quedarme en Madrid. Una amiga me ha conseguido un cuarto de forma temporal".
La mujer llegará a Madrid el 8 de marzo. Es, por el momento, la primera en irse, aunque las peticiones para obtener la ciudadanía en otros países crecieron significativamente: Canadá recibió 350.000 solicitudes.
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Por lo pronto Marsha habla de su futuro y dice que intentará escribir en periódicos americanos y mantenerse activa. Se ve asistiendo a clases de arte, de español, exposiciones, música. También, quizás, se anote a clases de baile. "Trataré de comer bien, beber vino y quedarme despierta hasta tarde".
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