El estadounidense Robert Francis Prevost, de 69 años, se convirtió este jueves en el sucesor del papa Francisco y en el primer pontífice norteamericano de la Historia con el nombre de León XIV, anunció el Vaticano. El 267º pontífice de la Iglesia católica también tiene la nacionalidad de Perú, donde ejerció de misionero y de arzobispo emérito de Chiclayo.
El cardenal estadounidense llegó a Perú por primera vez como joven misionero agustino y, desde el país andino, partió como obispo rumbo al Vaticano para ser una figura central en el gobierno del papa Francisco.
Mucho por hacer
Prevost ha pasado un tercio de su vida en Estados Unidos. El resto entre Europa y América Latina, una de las periferias del mundo de donde también era el argentino Jorge Mario Bergoglio.
El diario italiano La Repubblica lo llamó "el menos estadounidense de los estadounidenses" por la moderación de sus palabras. Arzobispo emérito de Chiclayo, a unos 750 km al norte de Lima, Prevost dejó Perú para sumarse al gobierno vaticano, donde dirigió el importante dicasterio para los Obispos, que tiene la importante función de aconsejar al papa sobre los nombramientos de los jerarcas de la Iglesia.
Tras la muerte de Francisco, Prevost dijo que aún quedaba "mucho por hacer" en la transformación de la Iglesia. "No podemos parar, no podemos retroceder. Tenemos que ver cómo el Espíritu Santo quiere que la Iglesia sea hoy y mañana, porque el mundo de hoy, en el que vive la Iglesia, no es el mismo que el mundo de hace 10 o 20 años", dijo el mes pasado a Vatican News.
"El mensaje siempre es el mismo: proclamar a Jesucristo, proclamar el Evangelio, pero la manera de llegar a las personas de hoy, los jóvenes, los pobres, los políticos, es diferente", añadió.
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