John Place, un padre de 42 años de Florida, Estados Unidos, está luchando por su vida después de haber contraído el coronavirus infectado por su hijo, que ignoró los consejos de sus progenitores sobre quedarse en casa y tener cuidado por los riesgos todavía existentes de la covid-19.
El hombre tuvo que recibir la asistencia de un respirador artificial debido a su estado de gravedad. John era un paciente de riesgo ya que sufre diabetes y sobrepeso.
Como conocía sus patologías, el hombre y su mujer, Michelle Zymet, se tomaron muy en serio las recomendaciones sanitarias y decidieron no salir de casa salvo casos excepcionales, siempre utilizando la mascarilla.
No tuvo la misma actitud su hijo de 21 años, que desoyó las advertencias de sus progenitores que le advirtieron de la gravedad de la situación.
Aunque pidieron al joven que no quedara con sus amigos para evitar el riesgo de contagio, este no hizo caso y se reunió con su grupo de amigos sin guardar las distancias de seguridad ni las recomendaciones sanitarias. Así, unos días después de su salida comenzó a tener síntomas de un resfriado, y uno de sus amigos confirmó la noticia: había dado positivo.
Aunque alertó al resto, ya era demasiado tarde. El joven se había contagiado e infectó también a su familia, incluido su padre, que se ha llevado la peor parte y ya lleva tres semanas internado.
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