Portada  |  07 octubre 2015

Se salvó del ataque de un oso tras meterle un brazo por la garganta

Fue para inducirle un reflejo nauseoso. El animal se asustó y se fue.

Internacionales

Un joven cazador estadounidense logró salvar su vida del ataque de un oso, cuando recordó un artículo que hablaba sobre los malos reflejos maxilares de los animales de grandes dimensiones, y para defenderse metió su brazo en la garganta del animal.

Ocurrió en Montana, cuando había ido a cazar con su hermano a las montañas del noroeste. Fue allí cuando se encontró con un oso pardo de 180 kilos junto a un arroyo.

Tras percatarse de tu presencia, Chase Dellwo –de 26 años– retrocedió, pero el animal se incorporó y le mordió la cabeza.

“Me soltó pero se mantuvo sobre mí y soltó el rugido más fuerte que escuché en mi vida”, relató. Luego de ello el eso volvió a atacarlo, pero en la pierna.

En ese momento el joven recordó que había leído un artículo que detallaba que los animales de gran tamaño tenían malos reflejos. Y ante ello accionó.

“Metí mi brazo derecho por su garganta para inducir un reflejo nauseoso", contó el joven, quien tras ahuyentar al animal fue al hospital donde recibió varios puntos de sutura en la cabeza y la pierna.

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