Joanna Georgiou, de 31 años, fue diagnosticada con metástasis en agosto de 2021. Pero fue en 2017 cuando se detectó un bulto en una rodilla que resultó ser cáncer y es apenas cuatro años después que los médicos lo confirmaron.
La joven residente de Londres, Reino Unido, afirma que su situación empeoró debido a la pandemia de coronavirus, toda vez que el servicio de salud dio prioridad a los pacientes con el virus, en detrimento de quienes están enfermos con otras patologías.
Desde que se declaró la pandemia, Joanna recibió atención médica por vía electrónica, pero en julio de este año decidió pagar una consulta privada y tras unos exámenes recibió el diagnóstico.
De acuerdo con la historia publicada por Daily Mail, la chica tiene un tumor del tamaño de una mandarina junto a su corazón, seis pequeños tumores en los pulmones y otro grande en la rodilla, que corresponde a sarcoma sinovial, un tipo de cáncer que se detecta en las articulaciones.
Para 2017 había crecido el bulto en la rodilla de Joanna, por lo que tras una resonancia magnética y ecografía le respondieron que se trataba de un quiste que debía ser drenado.
Por un largo tiempo los médicos que atendieron a la joven le recetaron analgésicos. Permaneció en lista de espera para la extracción del tumor en la rodilla, pero le respondieron que estaba al final porque había otros casos prioritarios.
“Estoy molesta y me siento decepcionada por el Servicio Nacional de Salud (NHS). Siento que trabajo muy duro y siempre he pagado mis impuestos y soy una buena ciudadana británica”, afirmó.
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