Ángel Godoy trabaja en una curtiembre desde los 14, tiene 60 años. La empresa también tiene 60 años y hace 46 que trabaja allí, era tan chico que cuando empezó acarreando cueros le sangraban las manos.
Venía del Chaco, trabajó con sus padres en el campo de niño y su origen es muy humilde.
La curtiembre fue su primer y único trabajo estable. Hoy a los 60 años ocupa todos los puestos de la fábrica en forma alternada, enseña el trabajo a los más jóvenes y hace su labor parado entre 12 y 14 horas.
Con su trabajo diario forma parte de la industria que se sostiene y sostuvo durante la pandemia, abastece de cuero argentino al mercado interno y externo.
Pasó por todos los lugares de la cadena de producción. Desde descargar el camión del matadero al pintado y alisado del cuero.
Guillermo Panizza presenta su historia.
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