Pedro tiene 66 años y trabaja desde los 13 como mecánico. Desde entonces no dejó su oficio, ni de trabajar, ni de aprender.
Tiene su propio taller hace 40 años en la Ciudad de La Plata y antes trabajaba para una empresa automotriz reconocida.
Llega a las 7 de la mañana. “Siempre le gano al sol” dice; y se retira cuando termina el trabajo, generalmente, a altas horas de la noche.
El taller lo fue armando de a poco, al principio no tenía techos, muchas veces debió trabajar bajo la lluvia porque estaba a medio construir; cuenta que no comía para juntar dinero y terminar el taller.
Sus clientes son los de toda vida: "Siempre vuelven". La entrega del trabajo terminado lo obsesiona, si se compromete con su cliente se queda trabajando durante la madrugada.
Ha llegado a ir a rescatar a un cliente un 24 de diciembre a las 22 horas que se le había quedado el auto. Hace 5 años se incendió él taller mientras él trabaja en la fosa, tuvo algunas lesiones, eso no lo inhibió y siguió trabajando. Nunca dejó el taller más de 5 días.
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