Ale nació con una patología que le comprometía el pulmón y los intestinos. El chico, que hoy tiene 12 años, debió ser operado y desde entonces aprendió a vivir con una gran marca en su vientre.
Aquel problema de nacimiento lo obligó a pasar varias veces por el quirófano hasta que por fin pudo ganar la guerra contra la enfermedad. Pero en ese momento le tocó afrontar otro duro escollo en su vida.
Nacido en Italia, Ale tuvo que volver a armar su vida en Argentina. Es que tras tantas operaciones, los médicos le recomendaron vivir en un lugar que no fuese tan frío como el país europeo. Sus padres son argentinos así que no dudaron en cruzar el océano y regresar a estar tierras.
Hoy, tiene una vida normal. Cuando llegó al país empezó a cursar la escuela primaria, tuvo miedo de mostrar la marca en su abdomen, temía a la burla de sus compañeros. Un día se animó, en medio de un calor infernal, se sacó la remera para ir a la pileta en casa de su mejor amigo, allí pudo contar lo que le había pasado.
Nadie se burló, al contrario, los nenes lo escucharon respetuosamente.
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