Lucila de 29 años tuvo una cita con un varón de su edad, se encontraron a través de las redes sociales. El tercer encuentro fue en la casa del chico que vivía en El Tigre, luego de la cena Lucila le dijo que fuesen al cuarto para tener relaciones sexuales, y en medio de ese encuentro íntimo él empezó a maltratarla con pellizcos, palmadas fuertes, ella le pidió que no lo hiciera, pero él no la escuchó.
Al día siguiente ella se fue angustiada, pensando que se había equivocado de persona. Que se trataba de un encuentro fallido. Más tarde se dio cuenta que ese encuentro la dejó con un marca invisible e indeleble.
Le costó darse cuenta de que no fue escuchada, y que fue víctima de violencia de género. Pudo revertir esa Marca con un libro de su autoría recientemente publicado Miss Bellas Artes; allí cuenta la experiencia sin dar nombres y reflexiona sobre las microviolencias de género. Por su obra recibió dos premios del Ministerio de Cultura de la Provincia de Buenos Aires.
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