De chico ya había elegido un nombre artístico: Miguel Morada.
La hermana lo llevaba a ver espectáculos y él se fascinaba al ver lo que el ser humano podía hacer. Era como un encuentro con algo propio. Le escapaba a la solemnidad. Y quería hacerle “ole” a la inflexibilidad y las normas que le parecían hechas para rendir y no para vivir.
Por eso, le encantaba conectar con el arte y el mundo de la imaginación. Podía proyectarse. Interpretar a personas. Y ser uno, ser otro. Y así empezó a disfrutar de su sueño. El sueño de ser actor.
Hoy actúa, dirige, escribe. Baila canta y toca el saxo.
Multipremiado y súper reconocido con un recorrido que comenzó a los 17 años en el teatro comercial y siguió hasta hoy creciendo y ampliándose.
Hace rato que vemos el nombre de Diego Reinhold como garantía de grandes obras.
Diego tenía condiciones y agradece que las pudo desarrollar por completo.
Además, sumó la suerte de dar con maestros importantes comprometidos con la función del artista en el mundo como Hugo Midón, Fernando Piernas y Elizabeth de Chaperrouge.
Actúa en "La función que sale mal", en el Metropolitan, una comedia desopilante donde nada sale como debería. Y dirige "Los Raviolis" y "Mi amiga y yo", en el Paseo La Plaza. También está al frente de "Juira 2", ahora de gira con Marian Moretti.
Desde 2004 tiene una ONG llamada Conceptos Sencillos, donde trabajan en la atención de niños y adolescentes con derechos vulnerados. Luego conformaron el Hogar Mariposa, que da contención y acompañamiento a bebés y niños hasta 6 años.
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