José Maria Listorti era un chico de clase media en Villa Devoto. Padre carnicero, mamá ama de casa. Era un chico de palabra fácil, al que le gustaba Carlitos Balá y se sentía muy a gusto con el ambiente que generaba la risa en su entorno.
En la escuela impulsaron su costado artístico. Siempre dispuesto para actuar. Lo hacían hacer un sketch para el que tenía que crear cada semana algo nuevo. Ver a Les Luthiers en el teatro fue también una gran fuente de inspiración.
A los 16 años fue al programa “Seis para Triunfar” de Héctor Larrea, a través de un profesor que los invitó y desde entonces se esforzó para cumplir su sueño de formar parte del mundo artístico. A los 18, cuando terminó la escuela estudió locución y empezó a ayudar a su papá en un puesto de diarios hasta que tuvo la posibilidad de probarse en la radio.
De ahí, vino su gran salto a Videomatch, el programa que hacía Marcelo Tinelli. Ahí se adaptó a distintos formatos. Hizo sketches, cámaras ocultas, y parodias, muy a tono con la lógica del humor de ese contexto. Josema le aportó su identidad y fue parte de esa emisión que superaba los 30 puntos de rating.
Luego, su carrera se proyectó. Participó de otros programas de entretenimiento, iniciativas de ficción teatro y radio. Para su sorpresa, en 2023 fue convocado a hacer comedia musical en Matilda. Lo hizo muy bien y hoy podemos verlo muy cómodo en ese género en el rol del Cangrejo, en La Sirenita, en cartel en el Testro Gran Rex. Ahora se prepara para la presentación de su primera película como protagonista “El novio de mamá”, que estrenará el 17 de julio en todos los cines del país.
Todo lo que le pasa hoy, dice Josema, “es un sueño que no esperaba cumplir”.
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