Ellos fabrican las que comemos en nuestra mesa todos los días. Fideos, ravioles o sorrentinos, la gente prefiere las rellenas, por eso lo más vendido se disputa entre los ravioles y los sorrentinos.
Pasan largas horas amasando, los días que la mayoría de las personas descansan y se reúnen en familia alrededor de una mesa ellos se la pasan trabajando, pero tienen su recompensa los lunes cuando cierran para poder disfrutar de su vida personal.
Todos arrancaron con elementos de fabricación muy artesanal pero el crecimiento hizo que fueran industrializando la producción e invirtiendo en máquinas más grandes.
Rodeados de harina y con cofias en la cabeza enfrentan cada día el difícil desafío de mantener sus sabores tradicionales o innovar con nuevas propuestas.
Lo que nunca falla: un buen plato de ñoquis cada 29.
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