La Masacre de Srebrenica fue un hecho violento que marcó la historia de Europa.
En julio de 1995, el ejército serbio de Bosnia apresó y asesinó a unas 8.000 personas bosnias musulmanas en la región de Srebrenica, y se considera el peor genocidio de la historia de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Dicho asesinato masivo, llevado a cabo por unidades del Ejército de la República Srpska, bajo el mando del general Ratko Mladić, se produjo en una “zona segura” de Naciones Unidas, que contaba con la presencia y protección de al menos 400 cascos azules neerlandeses.
Durante la masacre aniquilaron a varones, niños, adolescentes y ancianos, con el objetivo de conseguir la limpieza étnica de la ciudad.
Esta semana se cumplieron 30 años de la tragedia, y la consigna de “Verdad, Memoria y Justicia”, tan familiar para los argentinos, aplica para los que todavía piden por los desaparecidos a manos del Ejército de los Serbios de Bosnia.
Aunque la mayoría de los responsables fueron condenados por tribunales internacionales, las familias siguen exigiendo respuestas: más de 1.000 víctimas aún permanecen sin identificar.
Comentarios