Se trata de Sonia Irene Lara, quien fue imputada hoy por la Justicia, que dispuso su arresto domiciliario monitoreado por una tobillera electrónica.
Los voceros acusan a Lara del homicidio calificado de su hija, Abril Fernández (9), quien murió por "broncoaspiración" y en cuya sangre se detecto la presencia de monóxido de carbono, según estableció la autopsia practicada sobre el cuerpo de la niña.
De acuerdo a la hipótesis del fiscalía, la mujer incendió su casa para vengarse de su expareja y padre de la niña, ya que días antes de la Justicia había establecido un régimen de visitas para que no perdieran el contacto.
Hoy la Justicia le prohibió a la mujer acercarse a la casa incendiada, al padre de la nena, a su domicilio y sus lugares de concurrencia habituales, al tiempo que dispuso que realice tratamientos psicológicos y psiquiátricos mientras está bajo arresto en la casa de un familiar.
El hecho se produjo en la vivienda del barrio La Ribera de la ciudad de Villa Mercedes, distante a 100 kilómetros de la capital de la provincia de San Luis, donde la mujer vivía junto a su hija.
El incendio provocó la muerte de la niña y heridas de gravedad a Lara, quien ingreso al hospital "con quemadura grave en vías aéreas y múltiples heridas cortantes y permaneció allí en terapia intensiva, muy grave con asistencia respiratoria mecánica", de acuerdo al parte médico del policlínico dado en ese momento.
Los socorristas las rescataron y realizaron maniobras de reanimación a la niña, pero los médicos constataron su fallecimiento.
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