Carlos volvió, literalmente, de la muerte. Estuvo quince minutos sin vida y hasta una médica lo declaró muerto. Pero un profesor del club donde había ido a jugar al paddle no quiso rendirse y fue a buscar el defibrilador.
Así fue cómo volvió a la vida y lo ingresaron al hospiital. Eso sí, el diagnóstico fue claro: "paciente resucitado".
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