La norma fue sancionada en diciembre pasado en la Legislatura de la Ciudad y publicada en el Boletín Oficial, donde da cuenta de la creación del LUE "para todas las instituciones educativas de gestión estatal y privada correspondientes a todos los niveles, modalidades y orientaciones dependientes del Gobierno porteño".
Regirá para los 750.000 estudiantes de los 2.773 establecimientos escolares que existen en la Ciudad, tanto de gestión pública como privada, y en todos los niveles educativos.
El legajo ya funciona en varias provincias argentinas a través de una plataforma a la cual tienen acceso los directivos de cada establecimiento a fin de reunir allí datos de los alumnos como nombre y apellido, domicilio, fecha de nacimiento y modalidad educativa a la que asiste, cobertura de salud y si percibe algún tipo de beca.
También, según se desprende del proyecto, deberá tener "datos de la composición familiar" de los estudiantes, como "nombre y apellido de los progenitores, sus tipos y número de documentos, domicilio, sexo, fecha de nacimiento, nacionalidad, lugar de nacimiento, estado civil, nivel educativo, ocupación, teléfono y correo electrónico".
La ley, que fue impulsada en la Legislatura por la diputada Natalia Fidel, aclara que toda la información consignada en el legajo "debe ser resguardada y tratada con la más absoluta reserva, ajustándose a los principios reconocidos en las normas vigentes sobre protección de datos personales".
Y agrega que los datos "solo pueden ser utilizados para la mejor administración del sistema educativo".
Por último, indica que la implementación del legajo será "gradual" y estará a cargo del Ministerio de Educación porteño.
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