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Córdoba: conceden adopción plena de dos niños a una mamá trans

María Belén Ochoa se había hecho cargo de dos hermanitos en situación de abandono. En 2010, un juez le otorgó la guarda provisoria Ahora,otro fallo transforma ese criterio en definitivo.
Por Telefe Noticias

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Actualidad: Córdoba: conceden adopción plena de dos niños a una mamá trans

Belén Ochoa, de 44 años es transexual y hace más de una década que puso una despensa, en su domicilio, en Santa Catalina Holmberg, pueblo vecino a Río Cuarto, según informa el diario La Voz, de Córdoba.

Cuenta que una pareja con problemas de violencia y adicciones le solía dejar en el almacén a "un gurrumín" de 2 años. Un día también le dejaron a la hermanita, con apenas 16 días. Como tenía fiebre alta, Belén pidió permiso del padre y la llevó al dispensario, donde advirtieron que tenía neumonía y desnutrición. Una médica dio intervención a la Justicia por la situación de abandono de los hermanitos. Enseguida, los vecinos juntaron firmas para que los cuidara Belén.

En 2010, el juez de Río Cuarto, José Varela Geuna, le otorgó a Belén la guarda provisoria de los niños, exponiendo que “sufrían un maltrato constatado realmente terrible, abandono, desamparo y una desaprensión total de su mamá y su papá que eran vecinos”.

Fue el primer caso en el país en que una persona transexual quedaba a cargo de dos hermanitos pequeños.

“Se le otorgó porque había un vínculo preexistente muy intenso. El prejuzgamiento por el tema íntimo de su sexualidad me parece una aberración, tuvimos en cuenta cómo es como persona”, argumentó en su momento el juez.

Belén continuó desde entonces a cargo de los niños. Hoy, recuerda que los momentos más difíciles fueron cuando tuvo que operar al varón, tres veces, para hacerle una cirugía reconstructiva de una mano “porque lo habían quemado cuando era bebé”.

Finalmente, hace un par de meses, Belén fue notificada de que la jueza civil Fernanda Betancourt le concedió la adopción plena de los hermanitos. El dato se conoció ahora y la familia ha vuelto a ser noticia.

“Siempre tuve un poco de miedo de que algún familiar de ellos cambiase de vida y los quiera recuperar, pero no fue así, siguen igual. Yo estoy feliz con haber terminado los papeles, con que me hayan dado la adopción plena. Pero cuando les dije ‘Chicos, ya están los papeles listos, ya son míos’, para ellos no fue nada. ‘Si siempre fuimos tuyos’, me dijeron”, relató Belén.

La única preocupación que ahora tiene es reunir los 37 mil pesos que debe pagar por aranceles, honorarios y tasas de justicia por el proceso que acaba de cerrar. “Trabajo en la despensa, tengo rotisería también, coso para afuera, hago vestidos de novia y de 15, hago tortas, pero no sé cómo voy reunir esa plata. Ojalá me tengan paciencia para ir pagando de a poco. Se me hace difícil, no tengo ninguna ayuda, pero de algún modo pagaré”, dice.

Pero en esta historia vale rescatar el papel fundamental de sus vecinos, quines en 2010 pidieron al juez que dejara a los niños en guarda con María Belén.

Algo que ella valora. No sólo por el afecto del barrio, los testimonios a su favor y que los niños no sufran discriminación en su barrio.

"Yo los he preparado por si les dicen cosas pero, gracias a Dios, nunca. En el colegio voy a las reuniones, todo el pueblo sabe que son los hijos de María Belén, una familia normal”, apunta.