El Ipem 338 de barrio Marqués Anexo, de Córdoba Capital, busca todo tipo de alternativas para combatir la deserción de sus alumnos. Es muy difícil sostener la modalidad virtual de las clases cuando las familias no tienen Internet o tienen teléfonos que no les permiten descargar videos.
Para eso, trabajan entregando cuadernillos en el colegio a diario. “Se bajan del drive que los profes envían, se imprimen y los entregamos permanentemente. Las puertas están abiertas a la mañana, siempre hay un equipo de trabajo para entregar las actividades. Y mediante mensajes asincrónicamente, pueden ser audios o alguna imagen nos comunicamos”, explicó a Telefe Noticias Córdoba José Falco, vicedirector del colegio.
Pero no solo las copias impresas los ayudan a seguir educando. También otros recursos como el ir casa por casa o los altoparlantes. “Lo hemos sostenido con muchísima tracción, de ir a buscarlos. con altoparlantes, poner avisos, buscar a las familias. El formato que sea para mantener el vínculo”, agrega el docente.
Falco aclara que el ausentismo había comenzado antes de que el Ministerio de Educación resolviera la vuelta a las clases virtuales. “Después del 7 de mayo ya las familias no enviaban a los hijos porque había muchos contagios y por el temor a enfermarse”.
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