Portada  |  25 enero 2023

Crimen de Fernando Báez Sosa: los ocho rugbiers serían trasladados a la cárcel de Sierra Chica

Es un establecimiento penitenciario de máxima seguridad y una de las cárceles más antiguas del país. Tomei pedirá que se los traslade a Campana.

Actualidad

A pocos días de que se conozca el veredicto por el crimen de Fernando Báez Sosa, en las últimas horas trascendió que los ocho rugbiers serían trasladados a la cárcel de Sierra Chica.

De todas maneras, el abogado de los imputados, Hugo Tomei, habría pedido de manera extraoficial que sus defendidos sean derivados a la Unidad Penal de Campana, ya que se trata de una cárcel para jóvenes adultos, menores de 22 años en su mayoría.

También y como se mencionó al comienzo del juicio, allí está alojado un joven de apellido Pertossi acusado de robo lo que permitiría que los familiares solo hagan un viaje y además tener a un conocido dentro del penal permitirá un mayor respaldo.

La Unidad Penal N° 2 es un establecimiento penitenciario de máxima seguridad y una de las cárceles más antiguas del país ya que fue inaugurada antes de que se construya la localidad, el 4 de marzo de 1882.

La misma aloja unos 3.000 presos distribuidos en tres Unidades: N° 2, N° 38 (régimen semiabierto) y N° 27 (régimen semiabierto y abierto). Tiene forma de panóptico y posee 12 pabellones con capacidad para 140 presos cada uno, mientras que otros cuatro alojan hasta 60 internos.

El penal tiene talleres y cursos para que los presos puedan aprender y desempeñar un oficio: automotores, chapa y pintura, mecánica, herrería en general, carpintería metálica, recuperación de equipos informáticos, construcción de cepillos, talabartería, tapizado de asientos de automóviles, fábrica de bloques y de baldosas, tapicería y carpintería.

Las celdas son de 3,75 metros de largo por 1,80 de ancho y 3,60 de alto, son ocupadas por dos internos y tienen un inodoro. Estos últimos datos son interesantes ya que en el penal de Melchor Romero, donde estuvieron presos los rugbiers hasta el juicio oral tiene las mismas características.

En el penal de Sierra Chica se produjo el mítico motín en la semana santa de 1996, que terminó con ocho muertos, los cuales fueron mutilados, calcinados en un horno y, en uno de los episodios más macabros de la historia carcelaria argentina, le dieron los restos humanos como comida a los guardia cárceles. Fue encabezado por los que luego se denominaron "Los 12 Apostóles". 

Este miércoles, comenzaron los alegatos por parte de la querella y la Fiscalía. En esta ocasión y al tratarse de una solicitada idéntica, se estableció que los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García y los abogados Fernando Burlando, Fabián Améndola y Facundo Améndola, parte del equipo defensor de los padres de la víctima, expongan el mismo día.

En tanto, mañana jueves, será el turno de los alegatos de la defensa a cargo de Hugo Tomei, quien diría que el crimen de Fernando ocurrió durante una pelea motivo, por el cual pediría que las imputaciones sean "homicidio en riña o agresión".

Para este delito la condena va de seis años de cárcel como máximo y tres como mínimo, mientras que además Tomei solicitaría la absolución para al menos uno de los acusados.

Después de la lectura de alegatos, el Tribunal tiene cinco días para debatir y se estima, según lo anunciado previamente, que la sentencia se dará a conocer el próximo martes 31 de enero.

NA

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