Portada  |  02 octubre 2020

Crimen del colectivero: investigan si los atacantes se equivocaron de víctima

Eran las últimas horas de este jueves. Flores recibió al menos dos balazos en la cabeza, perdió el control de su interno y terminó arriba de la plazoleta, frente a la Capilla San Francisco Javier.

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Los investigadores que trabajan para llegar a los detalles finales del crimen de Pablo Roberto Flores, el chofer de 37 años asesinado cuando conducía la unidad 75 de la línea de 218 (Almafuerte S.A.), en Virrey del Pino, La Matanza, saben que no se trató de un intento de asalto. Ya se centraron en la hipótesis de un crimen premeditado.

Lo que aún no tienen claro es si ese padre de dos hijos (una nena de 13 años y un varón de 12) que recibió al menos dos balazos en la cabeza era el objetivo buscado por los atacantes.

En la rotonda del barrio San Javier, según testigos, un Peugeot 504 blanco, se cruzó en el camino de la unidad 75, con Flores al volante y unos diez pasajeros. Otra versión sostiene que el auto estaba estacionado en ese lugar desde hacía diez minutos.

Eran las últimas horas de este jueves. Flores recibió al menos dos balazos en la cabeza, perdió el control de su interno y terminó arriba de la plazoleta, frente a la Capilla San Francisco Javier.

Algunos testigos y especialmente parte del pasaje declararon y dieron precisiones. Que los atacantes que se dejaron ver fueron dos, que no emitieron ningún tipo de palabra, que gatillaron directamente y que los balazos estallaron una ventanilla del lado derecho, lateral a la puerta de pasajeros.

"Pablo era el conductor de la unidad 1, no de la 75. Pablo vino el jueves y le dieron el interno 75, es del mismo ramal, pero es otra unidad. No sabemos si antes hubo un problema con el chofer de la 75, que está de parte médico hace días por una lesión en un tobillo. El miércoles lo sacó Molina, al 75, y este jueves se lo dieron a Flores", contó, en detalle, un compañero de la víctima.

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