Cuando los pies hablan de nuestra salud: qué enfermedades del cuerpo pueden detectarse a tiempo con una consulta al podólogo

El podólogo es el especialista en la salud integral de los pies. Y buena parte de sus conocimientos se aplican en las terapias de prevención. Algunas de las afecciones más típicas que un podólogo puede prevenir y tratar son hiperqueratosis y helomas (callosidades y durezas), onicocriptosis (uñas encarnadas) y verrugas, así como puede definir la confección de plantillas para el correcto apoyo del pie y las ortesis, para la debida separación de los dedos. Es decir, la podología es una disciplina médica y sanitaria que, vale recordar, es bien diferente a la pedicuría, más enfocada en el costado estético de los pies. 

Además de los abordajes preventivos y de los tratamientos que pueden llevar a cabo, los podólogos también son capaces de detectar que determinados síntomas o cambios en la piel, las uñas o los huesos de los pies muchas veces son indicios de posibles enfermedades, algunas de ellas severas, ante lo cual realizan la correspondiente derivación del paciente al especialista del área en cuestión.

La profesora licenciada Leticia Cagnacci, vicedirectora de la carrera de Podología de la UBA, cuenta cuáles son algunas de estas afecciones o enfermedades que un podólogo puede detectar en su paciente: 

- Arteriosclerosis: “Se puede sospechar de esta enfermedad a través de observaciones en las uñas. Cuando están azuladas o muy blancas es un indicio de que hay mala circulación lo que puede ser un síntoma de la arteriosclerosis. Otro indicio que puede sumarse a este es que la piel está reseca”. 

- Insuficiencia venosa: “Si un podólogo observa venas varicosas o hinchazón en los pies y tobillos, esto puede ser un indicativo de que hay problemas de circulación”.

- Problemas respiratorios o cardíacos: “Hay una patología que se llama Dedo en palillo de tambor, que es un engrosamiento de las puntas de los dedos, donde las uñas adoptan una forma curva, denominada Vidrio de reloj, lo cual puede indicar algunos de estos trastornos”. 

- Diabetes: “Cuando una herida no logra cicatrizar puede ser una típica característica de esta enfermedad. Sobre todo porque el que padece diabetes también pierde sensibilidad en las extremidades. Entonces puede lastimarse y hacerse una úlcera. Nuestra recomendación, en estos casos, es que usen las medias del revés, para evitar las costuras, y que sean blancas, para que, al sacarlas, vean si se lastiman y hay alguna mancha de sangre”. 

- Psoriasis: “Más allá de las manchas o escamas en la piel, también lo podemos llegar a ver en las uñas. Estos pacientes muchas veces presentan lo que se llama Pitting, que son como pequeños hoyuelos en las uñas. O un engrosamiento de las mismas”.

- Falta de Vitamina A: “Las uñas muy blandas pueden ser un indicio de la falta de este nutriente, y no del calcio, como comúnmente se cree, ya que las uñas tienen muy poco calcio. Las uñas blandas también pueden deberse a un exceso de consumo de líquido o de sudoración”.

- Dermatitis atópica: “La inflamación, la picazón y las erupciones pueden estar relacionadas con esta afección dérmica, como así también con una micosis”.

- Cáncer de piel: “Muchas veces los melanomas pueden salir en la planta de los pies y eso es algo que revisamos siempre, sobre todo para saber si es nuevo y qué estructura tiene. Además, es un lugar del cuerpo que los pacientes no suelen observarse a menudo. Otros pacientes dicen tener un “sobrehueso”, y eso también requiere observación porque puede llegar a ser un tumor”.

- Esclerodermia y Lupus: “Son dos enfermedades que también pueden presentar síntomas en los pies, como el engrosamiento de las uñas o el síndrome de Raynaud, que es cuando los dedos se ponen azules o morados. Además de otras sintomatologías eventuales, como deformidades articulares, dolor o inflamación”.

- Gota: “Es muy característico de esta enfermedad un dolor muy fuerte y repentino en el hallux, o dedo gordo del pie, que se da por la acumulación de cristales de ácido úrico”. 

- Trastornos hormonales: “Algunos de ellos, como el hipotiroidismo o la menopausia, pueden provocar hinchazón de los pies, sequedad y menor elasticidad en la piel y uñas quebradizas”. 

Las consultas más frecuentes

La Lic. Cagnacci explica también cuáles son algunas de las consultas más recurrentes y la respuesta que suele darles en estos casos a sus pacientes.

“Una pregunta que se hace comúnmente y que es muy importante, es la relación que tiene que haber entre el alto del taco y de la suela, el cual debería ser de 57% y 43%, respectivamente”, para una correcta distribución del peso corporal. 

Por otra parte, para quienes tienen molestias en la planta de pie y pasan la mayor parte del día sentados, Cagnacci recomienda “pisar y mover debajo de la suela una pelotita de tenis cada vez que se pueda, para hacer que la suela esté activa, caso contrario, puede derivar en una fascitis plantar”.

Por último, la vicedirectora de la carrera de podología de la UBA recomienda que, “siempre y cuando las familias tengan las condiciones económicas de hacerlo, traten de evitar pasarle el calzado del hermano mayor al menor. Porque si ese hermano mayor tiene una mala pisada va a tener deformada la suela y, si la recibe el hermano menor que no tenía nada, se le puede crear una patología, porque todavía los núcleos óseos de los más chicos no se cerraron. Nosotros a la gente siempre le decimos ahorren en el jean, pero no ahorren el calzado”. 

NA

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