La joven habría tomado un somnífero involuntariamente y luego el hombre denunciado la llevó a un descampado, según declaró la madre. La víctima logró evadirse en ese lugar y terminó desvaneciendo en el baño. Comentan que desde el salón de fiestas, no se llamó a ninguna ambulancia y la empresa que contrataron se desligó. El hombre era imputado este lunes en San Lorenzo.
La menor cursaba en el colegio San Carlos y de acuerdo a lo pactado con sus compañeros, iban a regresar todos juntos en una combi contratada luego de finalizar la fiesta, de la cual sus padres los retirarían antes. Pero de acuerdo a las declaraciones de Marisa, la madre de la víctima, un guardia acosó a su hija, quien además habría tomado involuntariamente un somnífero en su bebida y sufrió un desmayo. La empresa de traslados se negaba a llevarla en ese estado y la mujer apuntó que desde el salón no llamaron a una emergencia médica.
El relato de la madre
Marisa relató las horas previas a lo sucedido, “Antes de irnos del salón, saludé a mi hija, quien estaba en perfecto estado. A las 5.30 de la mañana me llamó una moza desde el celular de un compañero de ella diciendo que mi hija estaba inconsciente y no respondía. Me dijo que la encontraron en el baño, y que el servicio de traslados no la quería traer. Ella no es de tomar mucho, y pensé que podía haber sido un efecto del alcohol. Al rato un amigo de ella me tranquilizó que iban a traerla de regreso a casa, y la trajeron (en un estado) que parecía muerta de desvanecida, así que no se comprende cómo los del salón nunca llamaron a emergencias”.
“Al día siguiente ella se despertó como ida, y a la tarde-noche me contó que cuando fue a la barra a buscar un trago, uno de seguridad la molestaba verbalmente y la manoseaba. Tomó el trago que había pedido y dejó de sentir las piernas y no podía respirar. El guardia entonces se acercó a ella y su amiga diciéndoles que las llevaba afuera, y le dijeron que no. El hombre la sacó a la fuerza del salón, y la amiga se asustó y buscó a uno de sus amigos. Se la llevó al descampado afuera del salón, adonde no permitían salir a ningún invitado” relató Marisa recordando el trágico desenlace de lo que debería haber sido una noche única para su hija y sus compañeros.
La encontraron una hora después, cuando las empleadas de limpieza vieron la puerta trabada.
“Él la empezó a manosear y a besar, y ella le respondió que no lo hiciera. Entonces él le pegó, y la dio vuelta con aparentes intenciones de violarla. En un momento, ella lo empujó y salió corriendo hacia el baño, donde se encerró, y ahí se desvaneció y perdió el conocimiento”, agregó la mamá de la víctima.
La importancia de la investigación judicial a partir de una acusación formal, y de testigos del hecho, la madre confirmó que la denuncia ya fue hecha e identificaron al acusado, por compañeras de su hija que vieron a este señor de seguridad ofreciéndoles tomar de una botella y acosándolas.
Marisa, apenas supo del hecho, llevó a su hija al hospital Granaderos a Caballo, de San Lorenzo, donde se realizaron análisis de sangre y orina 12 horas después del hecho. No detectaron la droga que usaron para dormirla y los médicos explicaron que pudo haber sido una dosis baja por la cantidad de horas que habían pasado.
Responsabilidades
Marisa, la madre de la víctima, señaló las responsabilidades mencionadas del servicio de traslado- que se habría negado a llevar a la joven- así como el salón de fiestas que no llamó a un servicio de emergencias. También se suma la irresponsabilidad de una empresa de eventos, de origen rosarino, que emitió un comunicado en redes donde desligaba su responsabilidad. “La empresa que contratamos fue la encargada de subcontratar catering y seguridad, y, sin embargo, ellos ya salieron en medios a desmentirlo”. Los titulares de la empresa destacaron que no tiene relación directa con el servicio brindado en la fiesta de graduación.
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