Estaba ubicada estratégicamente para filmar partes íntimas femeninas, pegada con cinta de embalar en uno de los inodoros.
El escándalo se mantuvo como un silencioso asunto interno durante seis meses, hasta que esta semana las víctimas lo volcaron a las redes sociales para exigir que se identifique a los responsables y se los sancione.
En el mismo mensaje, ilustrado con una foto, las trabajadoras advirtieron sobre otras denuncias por acoso laboral, sexual y amenazas.
El caso tiene un sospechoso, sobre el cual pesan las denuncias realizadas antes de ese descubrimiento vinculadas a otra irregularidad. Sin embargo, pese al tiempo transcurrido, ninguno de los dos hechos encontró solución.
A través de la red social Facebook, trabajadoras de Vialidad Nacional dieron a conocer “el hecho aberrante” del que fueron “víctimas” y por el cual se consideran “moralmente superadas”. “El día 22 de octubre de 2014 –cuentan- una de nuestras compañeras encontró una cámara espía, del tamaño de un pen drive, en el baño de mujeres”. Esa pequeña cámara “contenía videos de algunas agentes haciendo uso del sanitario”, informaron.
“Esta cámara estaba estratégicamente escondida, pegada con cinta de embalar, debajo del dispenser de desodorante para inodoros, filmando directamente nuestras partes íntimas”, comentaron las mujeres. Y siguieron relatando: “Una cinta similar se halló luego en el sanitario destinado a personas con capacidades diferentes. En este caso, bajo el lavatorio de manos con el adhesivo expuesto hacia afuera, para sostener cualquier objeto pequeño, lo que nos hace suponer que esta práctica pudo haber sido reiterada con anterioridad”.
Según el relato, inmediatamente descubierto el dispositivo, fue comunicado el episodio a las autoridades del Distrito chaqueño, quienes ordenaron “la clausura del sanitario para la preservación de las pruebas y solicitaron a la Superioridad la sustanciación de un sumario administrativo, sin resolución final a la fecha, a pesar de haber transcurrido seis meses”.
Las empleadas agregaron que “el hecho mencionado desencadenó una serie de denuncias vinculadas a sucesos anteriores y posteriores que incluyen acoso laboral, sexual y amenazas directas a compañeros y al jefe del Distrito por parte del presunto sospechoso de la colocación de la cámara espía”.
Por último, manifestaron en la red social, “la gravedad del hecho de violencia de género, ya que no sólo ha sido vulnerada la intimidad de las agentes del Distrito, sino que además, la impunidad que este acto aberrante representa pone en juego los valores institucionales de nuestra repartición, y su falta de esclarecimiento atentaría contra la seguridad y los derechos de todas las mujeres de Vialidad Nacional”, advierten.
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