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Después de 11 años, condenan a 10 policías por la masacre en una comisaría de Quilmes

Ente los sentenciados está el ex jefe de una comisaría, acusado junto a los demás efectivos por la muerte de cuatro detenidos durante un motín en 2004.
Por Telefe Noticias

Actualidad: Después de 11 años, condenan a 10 policías por la masacre en una comisaría de Quilmes

Fuentes judiciales confirmaron que el veredicto fue dictado esta mañana por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 quilmeño, en el edificio situado en avenida Hipólito Yrigoyen 475.

Diez policías fueron condenados esta mañana a penas de entre tres y 19 años de prisión efectiva. 

Entre los sentenciados, está el entonces jefe de la comisaría 1a. de Quilmes, Juan Pedro Soria, quien además recibió una inhabilitación especial perpetua para ocupar cargos públicos.

También juzgaron al subcomisario Basilio Vujovich, el inspector Jorge Gómez y los agentes Gustavo Altamirano, Franco Góngora y Elizabeth Grosso, imputados de "apremios ilegales".

Además, llegaron a juicio los inspectores Fernando Pedreira y Humberto Avila, el agente Juan Carlos Guzmán y el cabo Hugo D'Elía, procesados por "apremios ilegales reiterados en concurso real con tormentos".

Todos los policías arribaron libres al debate, a cargo de los jueces Alicia Anache, Armando Topalián y Alejandro Portunato, y sólo Pedreira se encontraba exonerado de la fuerza, mientras que otros cinco fueron cesanteados y los restantes recibieron suspensiones de 60 días.

El hecho ocurrió la noche del 20 de octubre de 2004, cerca de las 23.30, cuando los detenidos iniciaron una quema de colchones en sus celdas de la comisaría 1ra. de Quilmes, situada en la esquina de Alem y Sarmiento, en pleno centro de ese medio.

Según la investigación, al momento de iniciarse el conflicto había 17 adolescentes detenidos en la dependencia, siete de ellos en un calabozo y los restantes 10 en otro.

Durante la tarde,los policías ingresaron a las celdas, los hicieron desnudarse y los golpearon, lo cual era una "práctica sistemática", según declararon varios testigos, quienes añadieron que los detenidos eran obligados a pelearse entre sí y los uniformados "apostaban" a ver quién ganaba.

Esa noche, un oficial le dijo a Maldonado que su hermanita de dos años había muerto -lo cual era falso- por lo que el joven empezó a gritar para que lo dejaran salir e ir con su familia.