Detuvieron en Paraguay al policía que estaba prófugo por el doble crimen de Ituzaingó

Pasadas las 15:30 del jueves 4 de diciembre, la oficial subinspectora Viviana Valeria Gómez, de 39 años, quien había sido madre apenas 10 días atrás, se encontraría con Ángel Rafael Borile –teniente de la Policía, integrante del Comando de Patrullas–, para realizar los trámites de división de bienes tras culminar la relación existente entre ambos en la escribanía de Néstor Darío Rómbola.

Al llegar Borile al lugar, comenzó a golpear a la mujer, instante en que un vecino reprochó la acción, aunque luego se retiró. Según se desprende de las imágenes y del relato de testigos, tras ingresar al lugar continuaron las agresiones por parte del efectivo, momento en que el letrado intentó separarlos. Ante ello, Borile le disparó dos veces, balas que resultaron mortales.

Gómez intentó huir, aunque el hombre la persiguió y le disparó en ocho oportunidades y perdió la vida en el lugar. El efectivo, quien se encontraba con licencia, se sube al automóvil en que había llegado, pero a las dos cuadras lo abandona. Desde ese momento, se encontraba prófugo y contra él pesaba un pedido de captura internacional.

A las 13:20 de este miércoles, y tras la coordinación de tareas operativas entre Interpol Buenos Aires e Interpol Asunción, bajo lineamientos dispuestos por el secretario de Seguridad, Sergio Berni, se pudo concretar la captura de Borile en la calle Fernando de la Mora al 2600 de la capital paraguaya, donde se refugiaba, y desde donde planeaba fugar hacia Brasil.

Los efectivos de Interpol lograron ingresar a la vivienda donde se encontraba, con la cooperación del Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional del Paraguay. Trabajaron además en las tareas de investigación para dar con el prófugo los grupos especiales de la Policía Federal Argentina, GEOF y GE1, de cuyos registros se obtuvo la orientación de la pesquisa. Hacia fines de marzo, el policía había abandonado el país rumbo a Paraguay.

Ángel Borile se encuentra doblemente acusado, por la muerte del escribano Néstor Rómbola y por el de su mujer, Viviana Gómez, este último en el contexto de violencia de género.