Ruth tenía ir a hacer las compras del día. Sus hijas la iban a acompañar pero antes debían ir a cargar nafta, entonces ella aprovechó para ir al cajero del Banco Provincia a retirar dinero mientras ellas pasaban por la estación de servicio. No llegó a sacar ni un billete cuando vio un coche detenerse y a cinco hombres fuertemente armados venir directamente hacia ella.
"Fue algo muy feo, fue como un robo de película", dijo a Telefe Noticias al recordar lo que vivió como una de las rehenes del frustrado golpe comando al Banco Provincia de La Plata. La mujer que trabaja como cuidadora domiciliaria por las noches contó que trató de escapar pero los hombres la atraparon y la metieron dentro del hall de ingreso.
"Entran al banco, a mí me agarra uno del cuello y me dice que me tire. Yo les dije que me iba y me dijeron que no, que tenía que entrar. Entré y me tiraron al piso y nos dijeron que nadie se podía levantar. Uno de ellos fue con las cajeras, no sé qué le dijo porque yo estaba muy nerviosa. Había personas mayores así que nos dijeron que nos sentemos pero yo no podía por los nervios", describió Ruth, que necesitó de la ayuda de otra mujer para poder sentarse.
"Estaban muy armados y gritaban todo el tiempo", señaló y explicó cómo fue la fuga: "Ellos salieron corriendo, dijeron: 'Vamos que viene la policía'. La gente estaba nerviosa, muchos se pusieron a llorar. Yo estaba muy preocupada por mis hijas y mi marido".
Ruth sabía que sus hijas podrían llegar en cualquier momento es por eso que imploraba que los ladrones se fueran: "Mi preocupación eran ellas porque habían ido a cargar nafta y venían a buscarme. Yo pensaba en que ellas, que se iban a encontrar con esto. Por suerte fue todo muy rápido y cuando llegaron ya había terminado el robo".
Aterrada, la mujer apenas atinó a rezar: "Lo único que hice fue pedirle a Dios que nos protegiera". Finalmente los hombres se fueron y se pudo reencontrar con su familia: "Cuando llegaron mis hijas, vieron a la policía y se asustaron. Nos abrazamos cuando salí. Yo no sentí disparos pero vi casquillos de bala al lado del cajero".
Por último, destacó el alto nivel de inseguridad registrado en el barrio: "Acá en el Barrio Mondongo roban a cualquier momento. Acá me han robado con motos, a mis hijas también. Está muy complicado, muchas cosas feas. Todos en mi familia vivimos hechos de inseguridad".
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