Portada  |  07 marzo 2019

El duro relato de los hermanos de Priscila: la nena que fue asesinada y quemada por su madre

Luego de que se conociera el asesinato, los vecinos de Lafuente atestiguaron que escucharon gritos y llanto y que sintieron un olor nauseabundo.

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EL caso de Priscila Leguiza conmocionó al país este verano. La nena tenía 7 años cuando su madre, Silvia Lafuente, la asesinó a golpes y luego la prendió fuego en una parrilla durante horas con la ayuda de su pareja, Pablo Verón Bisconti. La envolvieron en una frazada y un nylon, la cargaron en un cochecito de bebés y la tiraron en el arroyo Las Conchillas, en Berazategui.

Luego, denunciaron su desaparición, hicieron panfletos y fingieron buscarla. El 7 de enero de 2014, un día después del filicidio, la policía encontró el cuerpo.

En febrero comenzó el juicio por el que actualmente están detenidos con prisión preventiva. Su padre, Gabriel Leguiza, y el abogado Julio César Torrada piden la pena máxima para ambos: reclusión perpetua.

Priscila estuvo dos meses desaparecida. Sus padres estaban separados. Juntos tienen seis hijos, pero habían pactado que vivieran tres con cada uno de ellos. Priscila vivía con Leguiza desde el año y medio y en el tiempo restante casi nunca vio a su madre, según cuenta él.

El domingo 30 de octubre de 2013 Leguiza fue a votar. En el colectivo se encontró con Lafuente y su hija mayor. Su exmujer le dijo que iba a buscar a la niña, que se la quería llevar. Él se opuso, pero la menor le pidió ir porque quería ver a sus hermanitos. Él aceptó pero puso una condición: que volviera el lunes. Eso nunca sucedió.

Luego de que se conociera el asesinato, los vecinos de Lafuente atestiguaron que escucharon gritos y llanto y que sintieron un olor nauseabundo.

La mujer le dio una brutal golpiza a Priscila. Le pegó en la cabeza con un objeto contundente, se cree con un fierro "parecido a un pie de micrófono", dice Torrada. El golpe le produjo traumatismo de cráneo. La niña se fue a dormir y amaneció muerta.

Lafuente tuvo el cuerpo en su casa un día. No supo qué hacer, por lo que llamó Oscar Doroteo Lescano, un pastor evangélico, y le pidió ayuda. "Le dijo "me mandé una macana, maté a mi hija" y él le dijo que se deshiciera del cuerpo porque sin cuerpo no hay delito", contó Torrada.

Con la ayuda de su pareja, Lafuente prendió fuego el cadáver de Priscila. "La quemó en una parrilla durante tres o cuatro horas, pero no pudo quemarla toda", relató el abogado y agregó que después de eso la metió dentro de un cochecito de bebés y la llevó al arroyo acompañada de los hermanitos. "A ellos les prometió llevarlos a comer pizza y tomar Coca Cola después de deshacerse del cuerpo. Hay imágenes de una estación de servicio donde se los ve juntos con el cochecito. Luego denunciaron que la nena estaba desaparecida para desviar la investigación", detalló.

Uno de esos chicos se quebró en una declaración y por él se pudo dar con el cuerpo. Los menores, que en ese momento tenían 12 y 14 años, fueron sometidos a Cámara Gesell y según Torrada habían sido manipulados. "Lafuente no sólo mató a su hija, también hizo cómplices a los hermanos. Los hizo ver cómo quemaban a Priscila y acompañarla a tirar el cuerpo", aseguró el abogado especialista en Violencia de Género y fundador de la ONG Vivas las queremos.

" Apenas vi el cuerpo lo reconocí. Dije "esa es mi nena". El cuerpito estaba lejos. ¿Cómo sabés?, me preguntaron. Es mi nena, insistí. Yo la crié, sé cómo dormía y así como quedó dormida murió. Estaba hecha un globo, con el pelo corto, posiblemente por la quemadura porque ella tenía bucles, la habían envuelto con una frazada y un nylon pero, así como estaba, le quería dar un beso, le tocaba la orejita", relata el padre. "El cuñado de Lafuente dijo que esa no era la nena, pero le repetí que yo la había criado. Él no podía decirme eso. Salí de ahí y me desahogué. Grité y lloré. Tuve la peor imagen de mi hija", recuerda.

Desde febrero se lleva a cabo el juicio en el Tribunal Oral y Criminal N° 5 de Quilmes. Verón Bisconti y Lafuente enfrentan la carátula de Homicidio Calificado.

"Creo que una madre no hace eso. Queremos que los fiscales me miren. Con estos cinco años de lucha no quiero darles beneficios a Lafuente y Bisconti. Queremos la reclusión perpetua", dijo Leguiza.

Fuente: MinutoRioja

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