Por Florencia Dopazo
Detrás del “Ni una menos” están todas las mujeres víctimas de la violencia machista. Pero el femicidio de una de ellas, la adolescente Chiara Páez, fue el que empujó a las más de 200 mil personas que salieron a la calle en la primera marcha, que se hizo el 3 de junio de 2015. Esta tarde, será la cuarta movilización desde Plaza de Mayo hasta el Congreso.
Chiara, de 14 años, despareció el domingo 10 de mayo de 2015 en la ciudad de Rufino, en Santa Fe. Su cuerpo fue encontrado enterrado en el patio de la casa de los abuelos de su novio Manuel Vallejos, de 16. Ella estaba embarazada.
Casi un mes después, se hizo la multitudinaria marcha, que terminó teniendo repercusiones a nivel mundial. Desde Rufino, Verónica Camargo, mamá de Chiara, recordó esa primera movilización, de la cual participó en Buenos Aires: “La verdad que en ese momento no lo viví como lo que realmente significó. A los días, cuando volví a mi casa, pude entenderlo. Me parece algo muy bueno el Ni una menos, hay que reclamar por la igualdad de derechos, pedir que no haya más violencia. Pero hay algo que no comparto porque yo estoy en contra del aborto”.
El acusado por el crimen de la joven fue condenado a 21 años de prisión en septiembre del año pasado, por homicidio agravado por el género. “Creo que en un caso como este, la sentencia debería ser de cadena perpetua real, para toda la vida. Pero estoy conforme con la sentencia, aunque nada me devuelve a mi hija. Cuando él salga de la cárcel, todavía va a tener toda la vida por delante y quien asegura que no pueda cometer lo mismo con otra chica”, aseguró Camargo a TelefeNoticias.com.ar.
Cuando él salga de la cárcel, todavía va a tener toda la vida por delante y quien asegura que no pueda cometer lo mismo con otra chica
El reclamo que todavía sostiene la familia de Chiara, es que no haya más culpables en el caso, porque aseguran que Vallejos no pudo haber cometido el femicidio sin ayuda. Apuntan a la mamá del acusado, el novio de ésta, la abuela y su pareja. “Es imposible que el chico hiciera todo solo, por lo grande que era de contextura mi hija y por el carácter que tenía. Pero es difícil probarlo, Tenemos que probar que ellos tocaron a mi hija. faltaron hacer cosas al principio, hay leyes que tendrían que cambiarse”, dijo la mujer.
Hace pocos días, se cumplió un nuevo aniversario del femicidio de Chiara. “Es difícil. Ya son 3 años y la fecha fue muy cercana a su cumpleaños, que es el 7 de mayo. Por eso los primeros días de mayo para mí son terribles. Es doloroso. Gracias a Dios tengo fortaleza, me ayuda el apoyo y el cariño que recibo. Pero duele. El pasar de los años hace que la ausencia se note cada día más. Pero tengo otra hija, y no quiero que tenga una mamá que vive tirada en la cama”, confesó Camargo.
La mamá de la adolescente dedica sus días a organizar talleres y charlas para tratar la problemática de la violencia. Son abiertos a todo el público y en general se hacen en la plaza de Rufino o, si hay mal clima, en algún club.
“Estoy comprometida tratando de aportar mi granito de arena para concientizar sobre la violencia. En Rufino estamos armando el grupo 'Vida libre de violencia'. Lo más importante es hacerlo desde la educación, creo que hay que empezar desde chicos. Hemos participado en talleres en colegios y estamos armando un proyecto para que todo el año se realicen actividades en las que se toque el tema de la violencia”, contó la mujer.
Y agradeció en varias oportunidades que Chiara no sea olvidada: “Todo esto, hablar de ella, sirve para mantenerla presente, para que esté de alguna manera. Ojalá podamos lograr cambiar el mundo de violencia en el que vivimos, para que haya más diálogo”.
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