El ministerio de Seguridad bonaerense, con Sergio Berni a la cabeza, separó de la Policía bonaerense a 400 efectivos que participaron de las protestas que se desarrollaron en septiembre de 2020 en reclamo de mejoras salariales y equipamiento, lo que llevó a que miles de agentes armados salieran a las calles sin conducción formal.
La decisión es resultado de una auditoría de Asuntos Internos que se realiza sobre 1700 agentes. “Es un proceso que lleva un tiempo, la auditoría se expidió y estos son los primeros 400 casos que empiezan un proceso hasta obtener la sanción definitiva”.
Los agentes son separados de sus funciones y se les retira el arma. La decisión se produce en la previa de lo que podría ser un nuevo reclamo de los efectivos de la Policía bonaerense.
En las redes sociales, se convoca para el 11 de febrero a una manifestación en la Costa Atlántica y otros puntos de la Provincia. Aseguran que buena parte de las condiciones acordadas en septiembre pasado no se cumplen y que las condiciones de trabajo de los agentes siguen siendo similares.
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