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Empresario liberado: "Quiero olvidar esta pesadilla"
"Quiero volver a mi vida normal y olvidarme de esta pesadilla", dijo Daniel Rebagliati, el empresario que estuvo secuestrado.
"Físicamente estoy bien, pero emocionalmente muy mal", agregó.
Rebagliati, de 53 años y director de la firma Cintra, fue liberado el miércoles, a las 3.10. Tres horas antes, un familiar suyo, siguiendo instrucciones de los secuestradores, arrojó un bolso con el dinero del rescate cuando la formación 3477 del Ferrocarril San Martín a la que había tenido que subir el pagador cruzaba el paso a nivel situado al costado de la cancha de Estudiantes de Buenos Aires, en Caseros.
De acuerdo con la declaración de algunos miembros del entorno íntimo del empresario, la familia pagó entre 1.500.000 y 1.800.000 pesos a modo de rescate para lograr su liberación.
La banda
Una banda de entre cinco y seis integrantes. Esa es la principal hipótesis que manejan los investigadores en relación a la organización que mantuvo cautivo Daniel Rebagliati. Creen que cada miembro tiene distinto nivel de profesionalismo y que todos responden a un experimentado agente o ex agente de alguna fuerza de seguridad. Anoche se hablaba de un ex policía de la Federal entre los involucrados.
Los voceros señalaron que la banda también se habría servido de jóvenes más inexpertos y rústicos, que de acuerdo con las escuchas de las conversaciones que mantuvieron entre ellos se manejaban con lenguaje "tumbero". Su función habría sido la de cuidar al secuestrado. Las fuentes agregaron que la pista también señala la participación de ex convictos con experiencia en secuestros extorsivos.
Una versión difundida ayer relacionaba con el caso a ex integrantes del grupo terrorista peruano Sendero Luminoso, que tuvo su auge en la década del ‘80. Sin embargo, fuentes judiciales y del área de Seguridad desmintieron que se estuviera siguiendo una pista en ese sentido.
Por la manera en que capturaron al empresario los investigadores están seguros de que los secuestradores hicieron una prolija inteligencia previa sobre los movimientos de su víctima, aunque en estos casos siempre se investiga la posible existencia de un entregador.
La forma en que se cobró el rescate, obligando al pagador a tomar un tren y a arrojar el dinero por la ventanilla, también indica que la banda no es nueva en esto. Por eso se habla de "profesionales".